Son hechos que a ojos de la cultura occidental son incomprensibles. Un
niño de ocho años se casó con una mujer de 61 para cumplir con los deseos del
fantasma de su abuelo, quien nunca se pudo casar.
El pequeño, llamado Salene, le aseguró a sus padres que su abuelo se lo
había dicho en sueños y los padres, temiendo represalias, accedieron a la
petición.
Para ello, contactaron a Helen, una mujer de 61 años, casada y con cinco hijos
entre los 37 y 27 años, quien accedió al matrimonio.
Según informa el Daily Mail, la boda tuvo lugar en Tshwane, Sudáfrica,
ante más de 100 invitados y mientras el pequeño vistió un elegante traje la
mujer usaba el tradicional vestido blanco. Ambos intercambiaron anillos y se
dieron el beso correspondiente.
El esposo de Helen por más de 30 años, aseguró estar feliz, al igual que
sus hijos.
Sanele y su novia no firmaron el certificado matrimonial y tampoco van a
vivir juntos. De hecho, cada uno regresó a su hogar. Y según sostuvo el niño,
espera que pasen los años para encontrar una pareja de su edad y casarse por
segunda vez.
La boda ha causado revuelo en la comunidad, pero la familia del pequeño
ha defendido el enlace diciendo que no tiene carácter vinculante y que es parte
de sus rituales.
La madre del menor aclaró que “Sanele lleva el nombre de su abuelo, que
nunca tuvo una boda y antes de morir le pidió que lo hiciera por él”. Según
explica, eligieron a Helen porque “así hemos hecho feliz a un antepasada. Si no
a la familia le habría pasado algo malo”.
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