jueves, 14 de noviembre de 2013

Asesino de empresaria también planeaba matar a su padre, según su enamorada

Noticias en Línea. El parricida Marco Arenas Castillo planeaba matar a su padre, después de asesinar a su madre, para quedarse con todos los bienes de la familia. Así lo declaró su enamorada Fernanda Lora Paz, tal como se consigna en el auto apertorio de instrucción del juez de turno permanente de Lima, Simeón Campos.

La policía investiga además el entorno familiar de Arenas para identificar a algún posible cómplice del crimen.

Arenas fue trasladado en la tarde al penal de Piedras Gordas. Lora Paz fue llevada a la cárcel de mujeres de Chorrillos.

Ambos acusados comparecieron ayer ante el magistrado. Allí el parricida acusó a la joven de ser su cómplice en el asesinato de la empresaria del rubro de panadería María Rosa Castillo Gonzales, de 54 años. Con una actitud atemorizante y fría, Arenas inculpó a su pareja mientras ella rompía en llanto.

Para el fiscal Juan Pablo Mamani Arapa, de la Segunda Fiscalía Penal Mixta de La Molina-Cieneguilla, los indicios y evidencias demuestran la grave complicidad de ambos en el delito de parricidio.

“El 5 de noviembre, cuando los padres discuten con Marco, por la pérdida del dinero y las joyas, el muchacho se hace el que no los escucha. La madre se incomoda y presume que se los ha dado a la muchacha. La víctima quería encarar a la joven. Marco la trae a su casa, pero la madre no acepta conversar con ella, sino con él. Marco va a su cuarto, la abraza y la estrangula”, relató el fiscal, resumiendo los hechos.

El representante del Ministerio Público afirma además que Fernanda sí participó en el crimen: “Ella ayudó a vestir a la víctima [después del estrangulamiento], la bajó con el enamorado al vehículo y fue con él a Manchay, donde el cadáver fue quemado; no bajó de la camioneta pero sí vio cómo Marco prendía fuego a su madre”.

Luego de esto, la muchacha habría regresado a su casa, lo que para el fiscal desbarata la versión de Lora de haber sido amenazada.

“Si hubiese sido así, cómo en su hogar no dijo nada, por qué no avisó a la policía; en la Dirincri inicialmente ocultó todo”, retrucó el fiscal.

El fiscal estima que un agravantes del crimen es el mensaje de texto que Lora envió a su enamorado, en que le dice que “se asegure bien si ella [la madre] está muerta”.


Según las pericias psicológicas practicadas a los implicados, Arenas tiene rasgos antisociales, pero es consciente de sus actos. “No tiene ninguna anomalía que lo haga inimputable”, dijo el fiscal. En tanto, Fernanda Lora denota ambición y es manipulable.

NEL/El Comercio

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