martes, 5 de noviembre de 2013

Brasil espió a Rusia, Irán, Irak y Estados Unidos

Noticias en Línea. Brasil espió hace 10 años a diplomáticos de Rusia, Irán e Irak en sus embajadas y residencias, así como instalaciones utilizadas por Estados Unidos en Brasilia, según un documento del organismo de inteligencia Abin al que accedió el diario Folha de Sao Paulo.

El documento señala que entre 2003 y 2004 fueron espiados militares rusos involucrados en la negociación de equipamientos militares, así como también el excónsul general de ese país en Río de Janeiro, Anatoly Kashuba.

Abin también monitoreó al entonces embajador de Irán en Cuba, Seyed Davood Mohseni Salehi Monfared, que visitaba Brasil entre el 9 y el 14 de abril de 2004.
Además, el Gobierno brasileño espió a la embajada de Irak poco después de la invasión de Estados Unidos a ese país en 2003, dijo Folha en su edición de este lunes.

También fueron vigiladas salas alquiladas por la embajada de Estados Unidos en Brasilia, que el Gobierno sospechaba eran utilizadas para operaciones de espionaje, añadió.

La Abin concluyó que los estadounidenses guardaban allí computadores, equipos de comunicación y de radio. Consultada por Folha, la embajada estadounidense negó actividades de espionaje y dijo que guardaba allí equipos de comunicación simple, como walkie-talkies.

De bajo nivel
El espionaje brasileño, realizado al inicio del primer Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), tuvo una escala mucho menor al espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA) revelado recientemente por el exconsultor de inteligencia Edward Snowden, que monitoreó las comunicaciones de millones de brasileños, de la estatal Petrobras e incluso de la presidenta Dilma Rousseff.

A raíz de esas revelaciones, Rousseff condenó el espionaje ante la Asamblea General de la ONU, pidió a la organización que tome medidas sobre el derecho a la privacidad en la era digital, y suspendió una visita de Estado a Washington programada para octubre.

Gobierno acepta
Los asuntos publicados por Folha de Sao Paulo fueron “operaciones de contrainteligencia” ejecutadas hace diez años, reaccionó este lunes la Presidencia de Brasil en un comunicado.

“Las operaciones citadas (...) obedecieron a la legislación brasileña de protección de los intereses nacionales. Como Folha prefirió no enviar copias de los documentos obtenidos, el Gabinete de Seguridad Institucional (GSI) no pudo validar su autenticidad”, añadió la nota.

El diario señaló que realizó varias entrevistas con exfuncionarios de inteligencia, agentes y militares para confirmar la veracidad del documento.

La publicación de informes clasificados como secretos “constituye un delito y los responsables serán procesados según la ley”, advirtió la Presidencia brasileña.


NEL/El Nuevo Diario 

No hay comentarios:

Publicar un comentario