Noticias
en Línea. La policía estadounidense continúa investigando cuáles fueron los
motivos que llevaron a Paul Ciancia, de 23 años, a disparar y matar a un
agente de la Agencia de Seguridad en el Transporte (TSA) la mañana de ayer en
el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles.
De
Ciancia se sabe que es un joven nacido en Nueva Jersey que reside desde
hace un buen tiempo en la ciudad donde desató el pánico. Horas antes del
ataque, el joven le envió un mensaje de texto a su hermano menor, según informa
la BBC, indicando que estaba preparado para morir.
Esta
acción llevó a que su padre llame a la policía de Pennsville para pedir ayuda.
Acto seguido, la policía de Los Ángeles fue al departamento del joven para
confirmar que todo estuviera bien. No lo encontraron.
Cianca
entró a la terminal 3 del aeropuerto a las 9:20 de la mañana (hora local)
llevando un fusil de asalto. Fuentes policiales del diario estadounidense “Los
Angeles Times” aseguran que llevaba consigo una nota en la que hablaba de su “decepción
con el gobierno”, aunque a la vez subrayaba su intención de que no resultara
herido ningún inocente.
Las
investigaciones apuntan a que el joven disparó de forma intencional contra
empleados de la Agencia de Seguridad en el Transporte (TSA), cuyos trabajadores
no van armados y no pueden hacer detenciones. El muerto, de nombre Gerardo
Hernández, es un guardia de 39 años que estaba en el control de seguridad. Se
trata del primer miembro de la TSA que muere en el trabajo.
Dos
de sus compañeros resultaron heridos. La policía redujo finalmente al atacante
disparándole varios tiros en el pecho, tras lo cual fue llevado herido grave al
hospital. Según se informó, nunca ha trabajado en la TSA.
“Tenía
suficiente munición como para matar literalmente a todos en la terminal”,
declaró el alcalde de Los Angeles, Eric Garcetti.
NEL/Agencias
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