sábado, 20 de septiembre de 2025

‘Ola de problemas’: con la cosecha lista, la guerra comercial de Trump lleva a algunos agricultores al borde del abismo

Agricultores de todo el país advierten cada vez con más urgencia que enfrentarán graves consecuencias si no reciben ayuda para vender la abundante cosecha de este año, que muchos ya han comenzado a recolectar.

Los acuerdos comerciales que muchos esperaban que se concretaran rápidamente después de que el presidente Donald Trump impusiera aranceles a algunos de los principales clientes agrícolas de Estados Unidos no se han concretado. Un rescate agrícola no es seguro en el Capitolio. Y los agricultores, muchos de los cuales votaron por Trump, dicen que el tiempo se agota.

“Parece que todo se ha estancado durante el verano”, dijo Brian Warpup, quien cultiva maíz y soja en su granja de 1.578 hectáreas en el noreste de Indiana. “Siempre tenemos la esperanza de que esas negociaciones avancen, pero ahora que la cosecha está aquí, la paciencia podría agotarse”.

En todo Estados Unidos, los agricultores describen circunstancias cada vez más graves derivadas de una confluencia de factores: guerras comerciales, la ofensiva migratoria de Trump, inflación y las altas tasas de interés.

Aunque los desafíos varían en diferentes partes del país, en algunos casos, los agricultores, especialmente en la Costa Oeste, tienen dificultades para recolectar la cosecha. Otros, principalmente en el Medio Oeste, afirman que no pueden vender lo que han producido. Y muchos se apresuran a encontrar almacenamiento.

Esto ha provocado presiones que recuerdan las guerras comerciales del primer Gobierno de Trump, cuando el Gobierno federal gastó miles de millones en rescates para los agricultores.

China, el mayor comprador de soja del mundo, se negó este año a comprar soja estadounidense —una exportación crucial que, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, tuvo un valor de casi US$ 25.000 millones el año pasado—, y optó por Brasil como parte de la respuesta de Beijing a los aranceles que Trump impuso a los productos chinos en febrero.

Ese conflicto se suma a los desafíos que los agricultores ya enfrentaban al comenzar la temporada: los precios de los productos básicos son bajos en comparación con los máximos de 2022, mientras que los precios de los fertilizantes, semillas y equipos han subido. Las altas tasas de interés agravan aún más la presión financiera.

La soja que los agricultores no pueden vender debe almacenarse, y muchos dicen que les faltan silos para granos. Warpup dijo que se está apresurando a vender maíz que normalmente almacenaría hasta la primavera para hacer espacio para más soja.

Otros podrían enfrentar costos aún mayores al pagar por el almacenamiento en elevadores de grano.

Ryan Frieders, agricultor de maíz y soja en Illinois, dijo que las preocupaciones por el almacenamiento son “como una ola de problemas que se acerca a Illinois”.

Las quiebras agrícolas podrían aumentar. Aumentaron un 55 % el año pasado, según la Federación Estadounidense de Oficinas Agrícolas. Ryan Loy, economista de extensión de la División de Agricultura de la Universidad de Arkansas, quien monitorea las quiebras agrícolas, afirmó en julio que estas volvieron a aumentar en el primer trimestre de 2025.

“Esto significará que habrá agricultores que se encuentren al límite de sus posibilidades, incapaces de cumplir con sus obligaciones financieras”, declaró Caleb Ragland, agricultor de soja de Kentucky y presidente de la Asociación Americana de la Soja, quien ha votado por Trump en todas las elecciones presidenciales desde 2016.

Datos de los CDC muestran que los agricultores ya enfrentan tasas de suicidio más altas que el resto de la población general, algo que Ragland dice que lamentablemente podría volver a surgir en la situación actual. “Verán agricultores que deciden quitarse la vida”, dijo Ragland.

Fuente: CNN


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