Agentes
de la Policía de España rescató con vida ayer a un bebé
de dos días atrapado en el hueco del desagüe de un edificio en Alicante, al
que lo había arrojado su madre para deshacerse de él.
Un
vecino del predio llamó a los bomberos porque oía maullidos que procedían de las tuberías,
pensando que podría tratarse de un gato atrapado.
Pero
ya en el lugar, los policías y socorristas descubrieron que se trataba del
llanto de un recién nacido, que tenía aún el cordón umbilical y la
placenta. Además,
estaba envuelto en una bolsa de plástico.
El
bebé, que pesa 2.1 kilogramos, fue trasladado al Hospital General de Alicante.
El pequeño se encontraba grave pero estable, ya
que sufrió una fractura en un brazo y otras lesiones no detalladas.
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