El Tribunal Supremo de Estados
Unidos falló
este miércoles sobre los dos casos sobre el matrimonio
homosexual que
admitió a trámite e invalidó, por un lado, la ley que define el matrimonio como
"la unión entre un hombre y una mujer", y por otro abrió el camino
para que las bodas gays vuelvan a ser legales en California.
Por una votación ajustada, de 5 a 4,
el Supremo declaró inconstitucional la Ley de
Defensa del Matrimonio (DOMA,
en inglés), que lo define como "la unión entre un hombre y una
mujer". Esa ley impide que los homosexuales casados en los estados donde
es legal logren reconocimiento y beneficios fiscales a nivel federal.
La DOMA "es inconstitucional", dado
que "viola los principios del debido proceso y la igualdad de protección
aplicables al Gobierno federal", según el fallo redactado por el juez Anthony Kennedy y apoyado por los cuatro
magistrados progresistas del alto tribunal.
"El efecto principal de la DOMA es identificar y hacer
desiguales a un subgrupo de matrimonios sancionados por los estados",
según Kennedy. El juez Kennedy, católico, ha emitido en varias ocasiones un
"voto bisagra" decisivo en casos de gran importancia y ha reforzado
los derechos de los homosexuales durante su mandato en el alto tribunal.
El caso contra la DOMA fue presentado originalmente por Edith Windsor, una mujer de 84
años que
se vio obligada a pagar más de 350.000 dólares en impuestos federales por el
patrimonio heredado de su esposa, Thea Spyer, fallecida en 2009, dado que su
matrimonio no estaba reconocido como tal a nivel federal.
La declaración de inconstitucionalidad de la
DOMA implica que los matrimonios homosexuales podrán comenzar a recibir beneficios federales, pero no se obligará
a ningún estado que prohíba las bodas gays a permitirlas.
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