El
presidente de EE.UU., Barack Obama, y su homólogo chino, Xi Jinping, celebran
hoy una cumbre, a puerta cerrada, que se espera que sirva para rebajar
tensiones entre ambas potencias y estrechar lazos comerciales.
El
político estadounidense aterrizó en Los Ángeles esta mañana tras hacer escala
el jueves en San José, en Silicon Valley, donde asistió a varios actos para
recaudar fondos para su partido, una actividad que repitió hoy en Santa Mónica
antes de desplazarse hasta Rancho Mirage, donde tiene lugar el encuentro de
presidentes.
Xi,
por su parte, tomó tierra en el aeropuerto de Ontario, en el condado de San
Bernardino, el jueves por la tarde, según informó el Ministerio de Asuntos
Exteriores chino en un comunicado.
El
líder asiático llegó a California junto con su esposa Peng Liyuan tras realizar
una visita de Estado de tres días a México y fue recibido por el gobernador
Jerry Brown y el alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa.
Ambos
mandatarios celebrarán su primer encuentro en una suntuosa hacienda de 80
hectáreas situada cerca de Palm Springs, en la zona desértica de Rancho Mirage.
La
reunión irá seguida de una cena de trabajo y continuarán las conversaciones
durante la mañana del sábado.
Hasta
el momento no hay ninguna declaración oficial del encuentro.
Desde
Washington se confía en que Xi acuda a la cita con Obama con ganas de hablar
con "franqueza" de sus discrepancias y establecer una relación
personal más estrecha que favorezca el entendimiento y la cooperación entre
ambos países.
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