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en Línea. El exobispo auxiliar de Guillermo Abanto Guzmán, quien dimitió tras ser demandado
por paternidad, reconoció que es el padre de una niña de dos años, según declaraciones suyas
conocidas hoy como adelanto de un reportaje que un dominical difundirá esta
noche.
Frecuencia
Latina adelantó
imágenes y declaraciones de Abanto, incluidas en el informe del
programa Punto Final.
Según
lo mostrado, Abanto se reunió con la niña que procreó hace dos años con la
psicóloga Alexandra de la Lama Luna y aseguró que nunca negó la paternidad
de la menor.
“Yo
nunca he negado que esa niña es mía, yo nunca me he resistido a firmarla”, señaló.
En
declaraciones al diario La República, Abanto aseguró que la menor no lleva
su apellido por un acuerdo previo con la madre. “Ello no fue una decisión
de una sola persona, sino de dos personas. No hubo, de ninguna manera, el
deseo de negar o no cumplir con alguna responsabilidad”.
El
cardenal Juan Luis Cipriani, arzobispo de Lima, le exigió esta semana a Abanto que afronte con “hombría”
su paternidad y confirmó que el Vaticano aceptó la renuncia del ahora exobispo.
“No
ocultamos nada. La Iglesia respeta y respetará a la justicia civil, a los
procesos judiciales en marcha. Tolerancia cero con todos estos temas. Mi
solidaridad con la honra de las personas perjudicadas, en especial con
esta niña inocente, que debe ser reconocida por su padre”, enfatizó el
cardenal.
El
Tercer Juzgado de Paz letrado de Surco había dado un plazo de diez días a
Guzmán para reconocer a la pequeña.
Se refirió a Cipriani
“¿Es falta de hombría asumir las cosas en silencio para no hacer daño a la
Iglesia ni a las personas involucradas? ¿Es falta de hombría reaccionar con
actitudes de paz y mansedumbre?”, se preguntó el exobispo auxiliar de Lima.
El caso concitó la atención de la prensa, después de que hace dos semanas se
desatara un escándalo tras conocerse que la Fiscalía ha iniciado una
investigación por presunta pedofilia contra el exobispo auxiliar de Ayacucho, Gabino Miranda, de 53 años.
El
papa Francisco le impuso a Miranda la pena de dimisión “por pecados contra
el sexto mandamiento (no cometer actos impuros)”, según confirmó en ese
momento el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), Miguel
Cabrejos.
NEL/Perú21
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