Un fiscal federal de Brasil abrió
una investigación sobre acusaciones de que el ex presidente Luiz Inácio
Lula da Silva estuvo involucrado en un esquema de compra de votos en el
Congreso, escándalo que terminó con varios de sus más cercanos
colaboradores condenados por por corrupción.
La fiscalía federal dijo en un comunicado
que pidió a la policía investigar las acusaciones de un empresario que se
encuentra en el centro del caso, Marcos Valerio, quien dijo que Lula no
sólo sabía sobre el esquema ilegal sino que además recibió dinero a partir de
éste.
Lula ha negado repetidamente las
acusaciones de que estaba al tanto del escándalo de compras de votos conocido
como mensalão, bajo el cual miembros del Partido de los Trabajadores (PT)
en el poder pagaron a legisladores para que respaldaran la agenda legislativa
del Gobierno.
El escándalo, que emergió en el 2005,
casi derrumbó el Gobierno de Lula y originó el mayor juicio por corrupción
política de la historia del Brasil.
Daños colaterales
Lula fue presidente de Brasil entre el 2003 y el 2010 y es una poderosa figura
política en el mayor país de América Latina. Sigue siendo sumamente influyente
en el Gobierno de la actual mandataria Dilma Rousseff, su protegida
política y ex jefa de Gabinete.
Aunque hasta ahora la popular Rousseff ha
eludido los efectos colaterales del escándalo, esto podría cambiar si se
determina que Lula estuvo directamente involucrado. La presidenta tiene
planes de buscar la reelección el año próximo.
En un testimonio entregado en septiembre,
Valerio acusó a Lula de estar en conocimiento del esquema de compras de votos y
dijo que parte de los gastos personales del ex mandatario fueron pagados
con fondos ilegales de campaña.
Valerio, un ejecutivo de publicidad que
trabajó de cerca con el Partido de los Trabajadores, ofreció el testimonio en
un intento por reducir su sentencia, después de que él y otros 24 ex
asesores y empleados de Lula fueran condenados en un crucial juicio realizado
en la Corte Suprema
brasileña.
Las circunstancias del testimonio, y la
propia sentencia de Valerio a 40 años en prisión por cargos de corrupción, han
generado cuestionamientos sobre la credibilidad de las acusaciones.
No estaba claro cuánto podría durar la
pesquisa, pero se sabe que este tipo de procesos en Brasil pueden tomar meses y
en algunos casos varios años. Algunos expertos legales han expresado dudas
respecto a que Lula pueda ser formalmente acusado por un delito.
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