El Senado, Cámara
Alta del Parlamento francés, aprobó hoy el proyecto de ley sobre el matrimonio homosexual,
que volverá ahora para examen en segunda lectura a la Asamblea Nacional (Cámara
Baja), donde su adopción es considerada segura.
El texto fue aprobado
por el Senado con menos dificultades de lo previsto y pese a una disputa parlamentaria de
la derecha y las numerosas manifestaciones de los opositores al matrimonio gay.
Al cabo de una semana de
ásperos debates, los senadores aprobaron el texto en
votación a mano alzada. La Asamblea Nacional lo había aprobado
por amplia mayoría en primera lectura el 12 de febrero.
El primer artículo del
texto, el más importante, que autoriza el matrimonio para las parejas
homosexuales, fue adoptado “conforme”, es decir en los mismos términos en que
fue aprobado en primera lectura en la Asamblea, por lo que puede considerarse definitivamente
adoptado.
El ministro de
Relaciones con el Parlamento, Alain Vidalies, anunció poco después de la
votación en el Senado que la Asamblea examinará en segunda lectura el texto
el miércoles próximo, pero
que este examen abarcará solo los artículos modificados por los senadores.
De hecho, la ley hubiera
quedado definitivamente adoptada en su conjunto el viernes si los senadores la
hubiesen votado exactamente con la misma redacción que la Asamblea.
Pero el Senado modificó
levemente la ley al precisar jurídicamente un artículo sobre la
igualdad de tratamientos entre esposos y entre padres, sean
éstos homosexuales o heterosexuales, introducir simplificaciones en el
dispositivo de celebración de matrimonios y establecer reglas sobre la
transmisión de los apellidos.
En el Senado votaron en su inmensa mayoría por el texto las
bancadas de izquierda (socialistas, comunistas, ecologistas,
radicales de izquierda). La derecha (UMP)
y los centristas (UDI-UC) se opusieron al texto, salvo
algunas excepciones.
La medida es la reforma social más importante de Francia desde la abolición de la pena de
muerte en 1981 y
fue una promesa de campaña de los socialistas del presidente François Hollande.
Sin embargo, la
iniciativa enfrenta la oposición de los conservadores en el país mayoritariamente
católico, además de muchos franceses musulmanes y cristianos evangélicos.
El proyecto de ley,
aprobado con enmiendas menores, volverá
en mayo a la Asamblea Nacional, donde los socialistas cuentan
con una mayoría absoluta. Tras la aprobación final ahí,
entraría en vigor a mediados de año.
Francia se une a otros 11
países donde el matrimonio homosexual es legal, incluyendo a
Bélgica, Portugal, Holanda, España, Suecia, Noruega y Sudáfrica.
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