Noticias en Línea. La ex procuradora anticorrupción adjunta, Yeni Vilcatoma, afirmó que el
presidente Ollanta Humala visitó el local de ‘La Centralita’, en Chimbote,
donde el encarcelado ex titular de la región Áncash César Álvarez planificaba
sus campañas de amedrentamiento contra sus opositores políticos e
investigadores.
Según
refirió Vilcatoma, son dos los testimonios que indican que Humala Tasso fue a
ese lugar, que era manejado por el prófugo empresario Martín Belaunde Lossio,
ex jefe de prensa del nacionalismo.
“Después
de la declaración del señor (Luis) Arroyo Rojas y del señor César Álvarez,
después cuando ya habían concluido y cerrados las actas, ambos manifestaron al
abogado presente en esas declaraciones, Hugo Laurente Eslava, que por qué
hacíamos tantos problemas, que por qué molestábamos tanto si Ollanta Humala
había visitado ‘La Centralita’. Eso nos dijeron los dos en momentos distintos”,
manifestó Yeni Vilcatoma en el noticiero “Buenos Días, Perú” de Panamericana
Televisión.
Vilcatoma
evitó dar mayores detalles respecto a este hecho, debido a que es parte de la
investigación a la presunta red de corrupción de César Álvarez.
Lo
dicho por la ex procuradora anticorrupción adjunta coincide con las
declaraciones que dio el propio Belaunde Lossio ante la Fiscalía
Anticorrupción, meses antes de que pasara a la clandestinidad. Según informó el
diario “Perú.21”, el ex asesor del nacionalismo dejó entrever que ‘La
Centralita’ también sirvió para la campaña de Ollanta Humala en la segunda
vuelta del 2011.
Belaunde
Lossio indicó que si el local estaba vació cuando la fiscalía intentó
ingresar en julio del 2011, fue porque “había una orden para entregar el local,
ya que había terminado la campaña electoral en junio”.
Según
el legislador Víctor Isla (Gana Perú), ante la polarización de la segunda
vuelta de esos comicios entre Humala y Keiko Fujimori, el ex asesor los ayudó.
La ex procuradora Yeni Vilcatoma afirmó que los testigos que
denunciaron la corrupción en Áncash están muertos, en su mayoría.
“Si
nosotros estábamos entrando a una investigación de fondo y teníamos sospechas
del ministro Daniel Figallo, ¿cómo cree que iba a dejar de grabar, cómo iba a
probar después mis dichos? A mí no me da miedo que sea un ministro, que sea
un presidente. Acá se debe de entender que hay personas que están muertas
y que Áncash debe saber por qué sus ciudadanos están muertos”, refirió.
NEL/El
Comercio
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