Los estudiantes chilenos mostraron hoy
su poder de convocatoria con una multitudinaria manifestación en Santiago para
exigir cambios en el modelo educativo que lleven a la gratuidad de la enseñanza
y a terminar con el lucro.
Fue la primera
manifestación del año convocada conjuntamente por la Confederación de
Estudiantes de Chile (Confech), que aglutina a los universitarios, y las
organizaciones de alumnos de enseñanza secundaria, y contó también con el apoyo
de los principales sindicatos del país.
El movimiento
estudiantil pretendía dar una señal de unidad en un año clave para sus
aspiraciones, con la mira puesta en las elecciones presidenciales y
parlamentarias que se celebraran el próximo noviembre.
Una marea
humana -los organizadores cifraron en 150.000 los asistentes en la capital- se
congregó en la céntrica Plaza Italia y enfiló la Alameda, la principal arteria
santiaguina, rumbo a la Estación Mapocho, donde finalizó la movilización.
La marcha
transcurrió en un ambiente pacífico y festivo, con actuaciones musicales y
mucho colorido por parte de los manifestantes, que portaban carteles y
banderas.
"Y va a
caer, y va a caer, la educación de Pinochet", fue una de las consignas más
coreadas por los asistentes, que recordaban que el sistema educativo actual se
implementó durante el régimen militar (1973-1990).
Al final de la
manifestación, grupos aislados de jóvenes, en su mayoría encapuchados, se
enfrentaron con la Policía en una escena que se repite en todas las marchas
estudiantiles.
Los incidentes
se sucedieron en varios puntos del centro de la capital, y Carabineros (Policía
militarizada) empleó gases lacrimógenos y chorros de agua para dispersar a los
revoltosos.
Las
manifestaciones se repitieron en otras ciudades del país, entre ellas Iquique,
La Serena, Valparaíso, Chillán, Concepción, Temuco y Valdivia.
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