Noticias en Línea. Los
dos hombres que concentrarán las miradas de todo el mundo estos días
aterrizaron anoche en Panamá, con apenas unos pocos minutos de diferencia: Barack
Obama y Raúl Castro llegaron a esta ciudad rodeados de fuertes medidas de
seguridad para protagonizar una Cumbre de las Américas que comienza hoy y que
será histórica porque sellará el ingreso de Cuba a este foro del que nunca
participó.
Los líderes se cruzarán varias veces y hay expectativa
sobre cómo se saludarán y si habrá algo más allá de un breve
intercambio. Tal vez sí, porque ahora se sabe que antes de aterrizar aquí
hablaron por teléfono.
La
llamada ocurrió el miércoles a la noche, según fuentes de la Casa Blanca. Y
es la segunda conversación revelada al público entre ambos. La primera fue en
diciembre, poco antes del anuncio del deshielo bilateral.
La
Cumbre, que nuclea a 35 mandatarios y culmina mañana, sellará, además, un hito
en el camino del deshielo iniciado por ambos presidentes el 17 de diciembre del
año pasado, cuando Obama admitió que la dura política estadounidense hacia la
isla había fracasado y comenzaron negociaciones para restablecer plenas
relaciones diplomáticas, políticas y comerciales plenas y comerciales.
Obama
fue el primero en pisar suelo panameño cuando descendió de su Air Force One,
procedente de Jamaica, donde había tenidos varios encuentros sobre seguridad y
energía. El presidente había aprovechado su visita a Kingston para ir a visitar
el museo de Bob Marley, del que el mandatario confesó ser fan y tener toda su
colección de discos.
En
Panamá lo esperaba "la Bestia", que es su superlimousina blindada que
lo acompaña alrededor del mundo, junto con otro vehiculo igual que sirve para
despistar a un eventual terrorista. El estadounidense no se alojará en el
centro de la ciudad, como el resto de sus colegas, sino que lo hará a dos horas
de allí, en un complejo en el mar, donde el servicio secreto puede desplegar
mejor su trabajo.
Raúl
Castro llegó unos 20 minutos después, en un avión de la aerolínea estatal
cubana, vestido de traje oscuro y se alojó en un hotel en el centro donde sus
servicios de seguridad están instalados hace tiempo.
Cerca
de las 10 de la noche, cuando todos los cancilleres y funcionarios parecían
haber terminado su jornada de trabajo, el Departamento de Estado anunció que el
canciller John Kerry se reuniría con su par cubano Bruno Rodríguez cerca
de la medianoche, el más alto encuentro diplomático entre los dos países.
Según Granma, hubo "avances" en las conversaciones sobre la
reapertura de embajadas.
La
expectativa es si habrá encuentro o no entre Obama y Castro, aunque por ahora
se descarta una bilateral, al menos formal y pública. A través de varios
funcionarios, Estados Unidos ya avisó que habrá una "interacción"
entre ambos líderes ya que compartirán varios encuentros.
Obama
y Castro ya se saludaron en el funeral de Nelson Mandela en 2013 con un apretón
de manos que fue muy criticado por los sectores conservadores estadounidenses.
El contexto ahora es otro, mucho más favorable a algo más que un saludo.
NEL/Clarín
No hay comentarios:
Publicar un comentario