Lima será el escenario del inicio
de la fiesta del Rally Dakar 2013. La denominada competencia más
dura del planeta rompe fuegos en la Costa Verde , marcada con el retorno del excampeón
mundial de rally, el español Carlos Sainz y la baja del motociclista Marc Coma,
quien le deja un posible triunfo servido al francés Cyril Despres.
La delegación peruana
será una de las más numerosas. Serán 26 equipos los que tendrán como objetivo
flamear la bandera peruana en la meta de Santiago. Destacan nuevamente los equipos
de Alta Ruta 4x4, los Ferrand, y “la primera vez” del ‘Mono’ Raúl Orlandini y
el experimentado piloto Ramón Ferreyros en esta exigente prueba.
Esta será la quinta
edición latinoamericana del rally y tiene un nuevo trazado al empezar en Perú.
Los vehículos bordearán el océano Pacífico y la meta principal será llegar a
Santiago de Chile el próximo 20 de enero. Serán 459 vehículos, con 189
motos, 155 coches, 75 camiones y 40 cuatrimotos que recorrerán más de 8.400
kilómetros repartidos en catorce etapas.
La aventura empezará
en el desierto peruano, una dura prueba para
todos los pilotos en las diferentes etapas de Pisco, Nazca y Arequipa.
En camionetas se
augura una de las ediciones más abiertas de los últimos años. El año pasado
dominaron los Mini, con francés Stéphane Peterhansel y el español Joan
"Nani" Roma. Sin embargo, esta
edición tiene como novedad a los buggies del equipo Qatar Red Bull.
Al volante
de estos dos vehículos, dos pilotos ilustres del Dakar: el catarí Nasser Al-Attiyah,
ganador en 2011, y el español Carlos Sainz, que ganó en 2010. La Hummer de Robby
Gordon y el Toyota del sudafricano Giniel De Villiers también tratarán de
proclamarse vencedores.
En motos, lo más
importante es la ausencia del español Marc Coma, que no se ha recuperado a
tiempo de una lesión en el hombro que sufrió en octubre pasado en Marruecos. El
favorito será el francés Cyril Despres, su máximo rival.
Los motores ya se
escuchan en nuestras costas, donde la caravana de vehículos dejará Lima para
iniciar la aventura en la zona arenosa de Pisco. La asistencia de
aficionados está asegurada. Sólo queda admirar el espectáculo.
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