El pastor Valdecir
Sobrino Picanto, quien argumentaba haber recibido el encargo de repartir
su “semen divino” entre sus feligreses del Estado de Aporé, al interior de
Goiás fue detenido por la policía de Brasil tras ser denunciado de una serie de
abusos sexuales.
Una de sus seguidoras de apenas 23 años contó que
el pastor Valdecir estaba acostumbrado, después del culto, a llevarlas a la parte
trasera de la iglesia para tener sexo oral y recibir de esa forma el Espíritu
Santo a través de la eyaculación.
La delegada para la región, Denise Pinheiro, dijo
que Valdecir fue sorprendido mientras frotaba su miembro en la cara de una
comerciante local, a la que le prometía bendecirla para que su negocio
prosperara.
Al ser detenido por las autoridades de la
localidad, Sobrino Picanto, no opuso resistencia ni mostró arrepentimiento de
sus actos. Medios como Terra, recogieron la
siguiente declaración: “tienen en sus manos a un siervo del Señor y no me
arrepiento de ello. Espero continuar con mi trabajo”.
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