Mientras
el virus del H1N1 se extiende peligrosamente por el país –dejando hasta el
momento ocho muertos y 170
infectados, otro tema que preocupa a la población
es la escasez de los antivirales contra este mal no solo en los hospitales,
sino también en las clínicas.
El
último miércoles, la ministra de Salud, Midori de Habich, negóun desabastecimiento. Sin
embargo, su mismo sector, luego, anunció acciones de contingencia para enfrentar la evidente falta del
medicamento.
Luego
de una comunicación con las clínicas Maison de Santé, Javier
Prado, Ricardo Palma, Internacional y Peruano Japonés, se comprobó que no
hay dosis ni para los pacientes de alto riesgo (gestantes de cuatro meses, menores de
cinco años y mayores de 60 años).
“No
tenemos ninguna dosis. Llame el próximo martes por si acaso”, respondió el personal
de la clínica Javier Prado a nuestro requerimiento. En la Internacional, las
vacunas –que cuestan 38 soles–se
acabaron hace dos días.
Este
desabastecimiento, explicaron, se debe a la sobredemanda de las últimas
semanas. “La
gente está asustada por las muertes que se han producido”, indicaron en la
clínica Ricardo Palma.
Pero
esta falta de fármacos también se da en los hospitales, como Arzobispo
Loayza, Cayetano Heredia y el Instituto Nacional de Salud del Niño.
Esta situación genera a diario protestas del público.
En
provincias se repite lo mismo. En Trujillo, el director regional Raúl Cantera admitió
que se acabaron las vacunas. Lo
mismo sucede en la Unidad Básica de Atención Primaria de Essalud de Chimbote,
ciudad en la que ya se registró una muerte por la gripe AH1N1.
Lo cierto es
que, ante este panorama, el Minsa ha cambiado de estrategia de vacunación: Ha
restringido la inmunización al personal hospitalario y ha adelantado la adquisición de un
millón 600 mil dosis que estaba prevista recién para octubre. “Debe haber calma en la población porque a todos no se les vacunará”,
expresó María Lengua, directora de Salud de las Personas del Minsa.
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