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A las 7 a.m. de ayer, la cola para entrar al metro de Lima en la estación de
Villa El Salvador era tan larga que desbordaba la estación y se extendía por
más de dos cuadras. Las personas que esperaban lo hacían bajo una persistente
llovizna.
“Llegué 15 minutos antes de que saliera el
tren de las 7:14, pero igual se me fue. Con suerte alcancé el de las 7:36”,
explicó Francisco Villar, usuario del
metro.
Este es un problema del día a día en el tren
eléctrico porque su capacidad no satisface la demanda por el servicio. Según la
concesionaria Línea 1 Metro de Lima, son unas 340 mil personas quienes toman el
medio de transporte para trasladarse a diario entre las 26 estaciones que hay
desde Villa El Salvador hasta San Juan de Lurigancho, y viceversa. Esta cifra es 47% más alta que
la proyectada para este año por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones
(MTC), que consideró una demanda de 232
mil usuarios.
SIN MÁS
TRENES A LA VISTA
Actualmente, la línea 1 cuenta con 19 trenes
nuevos (Alstom Metrópolis 9000) y 5 trenes antiguos (AnsaldoBreda MB-300). Sin
embargo, esta cantidad no es suficiente para cubrir la demanda.
“Con más vagones se podría bajar de 10 a 3
minutos la frecuencia de los trenes”,
indicó a este Diario Alfonso Flórez Mazzini, gerente general de la Fundación
Transitemos.
El Ministerio de Transportes y Comunicaciones
es la entidad encargada de adquirir los nuevos trenes. Este sector informó que proyecta incorporar 20 trenes a la ruta actual del metro y 19
vagones adicionados a los 19 trenes mordernos que están en circulación. No
obstante, el MTC no precisó una fecha tentativa para esta implementación.
MEDIDAS
ANTE LA EMERGENCIA
Fuentes de la Línea 1 Metro de Lima indicaron que las largas colas continuarán hasta que se dé esta
incorporación de los vagones.
No obstante, señalaron que, como medida
paliativa, han instalado semáforos en las estaciones más congestionadas para
que controlen el ingreso de las personas a las estaciones, ya que la confusión
entre los pasajeros es visible y las peleas son frecuentes.
NO FUE
SORPRESA
Lino de la Barrera, abogado experto en temas
de transporte, indicó a este Diario que
ha habido una respuesta lenta y poco planificada por parte del Ejecutivo ante
la demanda por el servicio del tren.
“Estos procesos debieron iniciarse hace, por
lo menos, dos años. Debieron preverse los impactos de la incorporación de San
Juan de Lurigancho a la ruta, el distrito más poblado del país”, explicó De la
Barrera.
NEL/El
Comercio
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