La
facilidad con la que huyeron los delincuentes que asaltaron y asesinaron, el último miércoles, a Félix
Rómulo Gonzales Victorio en la notaría Paino, ubicada en la sexta cuadra de la Av. Aramburú
(Surquillo), a solo 30 metros de la Dirección de Criminalística (Dircri) y a
media cuadra de la Dirección Antidrogas (Dirandro), trajo
consecuencias para los agentes que vigilaban ese día ambas sedes policiales.
De
acuerdo a fuentes policiales, unos 17 efectivos serían procesados
por presunta negligencia punible al no haber actuado
oportunamente para detener la huida de los malhechores.
El
propio director general de la PNP, Raúl
Salazar, reconoció que los policías persiguieron a los delincuentes por
unas cuantas cuadras, pero que no pudieron continuar por el
tráfico en la zona.
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