Ante
la comisión de Fiscalización del Congreso, el exministro de Defensa, Rafael Rey, aseguró
que la Contraloría fue
informada oportunamente sobre la contratación de la empresa
israelí Global CST para el entrenamiento de
unidades especiales antiterroristas del VRAEM y, más aún, emitió opinión previa favorable a que se le exonere del
proceso de selección.
En
el oficio Nº736–2009–CG/DC, del 21 de setiembre de 2009, dirigido a Rey y
suscrito por el propio contralor Fuad Khoury, el órgano de control declara la
procedencia de la exoneración solicitada e, incluso, informa que se le ha encargado al órgano de control del
sector Defensa “el control posterior al proceso de contratación y ejecución del
servicio”.
Basándose
en este documento, el exministro del régimen aprista sostuvo que la Contraloría no puede argumentar ahora que el contrato
a la empresa Global CST se realizó en secreto.
Sobre
todo, dijo, si su despacho le informó del mismo antes de su
suscripción y detalló el nombre de la firma, el monto a contratar y que el pago se realizaría por etapas.
CÓMPLICE
Rey rechazó que haya habido colusión en la
operación o perjuicio al Estado. “Si hubiera un delito, el
propio contralor estaría comprometido”, sentenció.
En
otro momento, justificó la emisión de dos
resoluciones del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, con
la misma fecha pero distinto contenido.
Indicó
que se hizo en estricto cumplimiento de las normas, pero luego preguntó si “alguien no ha podido fabricar eso”.
En
ese contexto, insistió en que se le quite el carácter de secreto a la documentación para que pueda esclarecerse el tema.
Su presentación se extendió más de seis horas.
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