Noticias
en Línea. Luego de varios días de tensión, personal de la Municipalidad
de Lima demolió esta madrugada los puestos del exmercado mayorista de La Parada,
como parte de un "rescate sanitario". Ya en horas de la tarde, un
considerable grupo de comerciantes permanecía en las afueras del lugar,
mostrando su indignación y reclamando sobre la aún presencia de personas en
el interior del local.
A
estas horas de la tarde aún se mantiene una fuerte contingencia policial, esto
a causa del considerable número de comerciantes. Además, se ha observado que
algunos vendedores tienen una actitud violenta y desafiante, lo cual genera
que, por momentos, busquen enfrentamientos contra los agentes.
Una
vendedora no pudo ocultar su exacerbación tras la pérdida de su puesto de
trabajo. "Susana (Villarán), no somos animales. Si nos hubiera dicho que
éste terreno ya está vendido, si nos hubiera dado un sitio en otro lado, no
hubiera habido problema y nos ibamos con gusto. Pero no, como animales nos
sacaron", afirmó la enfadada comerciante.
Cabe
indicar que la Municipalidad de Lima informó a través de un comunicado que
la Fiscalía confirmó que no hay ningún muerto tras la demolición, esto
como respuesta a la denuncia de la dirigente Ida Ávila sobre el
facellimiento de tres personas tras la clausura.
No
obstante, un hombre resultó herido y fue evacuado a un Centro de
Salud. Según señaló RPP, la víctima sería ya una persona de tercera edad -tendría
entre 60 a 70 años- y habría estado convulsionando.
Hay
que recordar que más de 400 puestos fueron demolidos, menos almacenes, baños ni
áreas administrativas, debido a que cerca de diez personas se encuentran
atrincherados. Entre ellos su dirigente, Ida Ávila, y también habrían dos
niños.
Para
disperar a los comerciantes, la Policía esta mañana lanzó bombas lacrimógenas
en alrededores del mercado. Un niño resultó herido.
En
la madrugada de hoy, agentes de serenazgo de la Municipalidad de Lima
ingresaron al exmercado mayorista con maquinaria pesada, mientras los
comerciantes empezaban a abandonar las instalaciones con sus pertenencias.
Esta
medida de limpieza se realizó dentro del proceso de
intervención coactiva de clausura iniciado sin incidentes el domingo
2 de marzo y después de la Alerta Sanitaria del Ministerio de Salud y
la exhortación del Fiscal Provincial de Prevención del Delito, tras una visita
de inspección al centro de abastos.
Para
recoger unas 50 toneladas de desperdicios, se utilizó maquinarias de
recolección de basura y residuos sólidos.
Esta
acción de prevención fue necesaria ante el riesgo que significaba las
instalaciones altamente inseguras y precarias que hay en el interior del lugar,
señaló la Municipalidad de Lima.
La
alcaldesa de Lima, Susana Villarán, aclaró que no se trata de un desalojo
sino de una clausura de carácter administrativo, con el conocimiento del fiscal
de la Nación,José
Peláez, y del alcalde del distrito de La Victoria, Alberto Sánchez
Aizcorbe.
“Es
parte de la lucha contra la informalidad, el caos y la inseguridad en nuestra
ciudad”, manifestó la autoridad edil a los periodistas.
Algunos
comerciantes empezaron a asegurar ante la llegada de los medios de comunicación
al lugar que había tres muertos. Voceros del concejo limeño desmintieron esta
versión y señalaron que se dice eso para azuzar a los manifestantes.
NEL/La
República
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