Noticias en Línea. Las malas condiciones de trabajo volvieron a desafiar a los bomberos el 23 de enero cuando uno de ellos, José Carranza,
herido con quemaduras de tercer grado en un incendio de Villa María del
Triunfo, tuvo que recorrer 34 kilómetros para que salven su vida: primero hasta
el hospital Arzobispo Loayza, en el Cercado, y luego hasta el hospital
Almenara, en La Victoria, donde se espera su recuperación.
Luego
de intervenir en accidentes y salvar vidas, los bomberos suelen necesitar
atención de emergencia. No todos cuentan con seguros médicos para curar las
lesiones causadas por su trabajo o no encuentran unidades de quemados cercanas
si un incendio los afecta, según Rafael Calvo, director de Operaciones del
Cuerpo General de Bomberos.
Si
bien la atención médica preocupa a los más de 12 mil bomberos voluntarios del
país, la mayoría de sus problemas empieza en los locales donde reciben las
llamadas de alerta.
Los
12 mil bomberos voluntarios comparten cerca de 8.000 uniformes completos, pero
solo 1.300 de ellos son nuevos. Lo ideal sería tener uno para cada uno, por
higiene y seguridad, según Mondragón, pero cada uno cuesta cerca de S/.5 mil.
Cada
bombero necesita también un equipo de respiración, pero los voluntarios se
reparten los 1.500 que tiene el cuerpo. Además, cada compañía, según Calvo,
necesita al menos dos sets de rescate de atrapados. La lista de necesidades
podría continuar hasta que su presupuesto anual de S/.60 millones crezca en más
de 100% a S/.130 millones, monto ideal para cubrirlas, según Víctor Mondragón,
comandante interino de los bomberos.
NEL/El
Comercio
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