Tras
quedarse sin puestos en el mercado de Santa Anita,
decenas de comerciantes del antiguo mercado La Parada se mudaron a un terreno en Jicamarca y
a otros centros mayoristas limeños para continuar con el trabajo que realizaban
en el otrora centro de abastos.
Bajo las faldas de
uno de los cerros del anexo 22 de Jicamarca, Huarochirí, unos 80 comerciantes
del antiguo mercado se han alojado desde hace una semana en un terreno de más
de siete hectáreas donde se construye, desde hace un mes, el Mercado Mayorista de
Jicamarca.
“Hemos acordado que,
por ahora, no les cobraremos nada hasta que se trasladen a sus respectivos
puestos”, dijo Israel Cervantes, presidente de la Asociación de
Productores Agropecuarios del mencionado mercado.
Desde tempranas horas,
llegan al lugar varios camiones con alimentos procedentes del interior del
país. Los vendedores han improvisado en plena tierra unos puestos construidos
con esteras, plásticos y palos. Allí venden sus alimentos al por mayor y al
menor. Junto con ellos se encuentran unos 20 estibadores, varios ambulantes y
puestos de comida al paso. Todos ellos se han organizado y han contratado a
personal de seguridad que vigila el lugar las 24 horas, debido a las amenazas
de traficantes de tierras en la zona.
Pobladores
de San Juan de Lurigancho, Comas, Rímac y El Agustino compran ya productos
allí.
En Puente Piedra, un
reducido grupo de comerciantes se ha instalado en el mercado Huamantanga.
“Vendemos más barato que en Santa Anita; los carros vienen directo aquí”, contó
Eugenia Valladolid. Unicachi Sur, en Villa El Salvador, es otro lugar donde los
mayoristas han llegado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario