Noticias en Línea. Los muertos por el grave seísmo que azotó el suroeste chino el pasado
domingo 3 de agosto han alcanzado los 410, mientras una docena de personas
siguen desaparecidas y 2.373 personas están heridas, según los datos de las
autoridades actualizados este martes.
El sismo, de 6,5 grados en la escala de Richter, ha obligado a evacuar a
230.000 personas después de que se derrumbaran sus casas en el condado de
Ludian, en la provincia sureña de Yunnan, confirma el Gobierno local a través
de la agencia Xinhua.
Cerca de 124.000 viviendas se derrumbaron tras el sismo y otras 124.000 se
vieron seriamente dañadas, debido a la vulnerabilidad de las construcciones en
el condado, de madera y de antigua construcción.
Decenas de miles de policías, bomberos y soldados trabajan hoy en la zona,
exclusivamente agrícola y una de las más pobres de China, para hacer llegar a
los supervivientes comida y medicinas, al mismo tiempo que siguen buscando
cualquier persona que quede con vida bajo los escombros.
La lluvia que comenzó a caer tras el terremoto, y que persiste hoy, además de
los corrimientos de tierra posteriores al temblor, están complicando las tareas
de rescate y la llegada de ayuda humanitaria.
Muchos supervivientes siguen esperando al raso, algunos de ellos semidesnudos,
a que lleguen las provisiones, mientras los equipos médicos alertan de que
algunos heridos que tratan en hospitales de campaña necesitan ser trasladados a
mejores centros.
Numerosos caminos aún están cortados, y se han formado grandes lagos que han
inundado una veintena de casas en la zona, según alerta Xinhua.
Según las autoridades meteorológicas, se esperan lluvias torrenciales para los
próximos días que pueden causar corrimientos de tierra y dificultar aún más el
trabajo en la zona.
Además, los geólogos también advirtieron sobre la posibilidad de fuertes
réplicas del sismo del domingo, el peor que en la zona en 14 años.
Hasta la tarde del lunes, la Administración Sismológica de China había
registrado hasta 467 réplicas en la región, cuatro de ellas de una magnitud de
entre 4 y 4,9 grados en la escala de Richter.
El Gobierno central anunció ayer una dotación de 600 millones de yuanes (más de
97 millones de dólares) para tareas de rescate, equipos médicos y necesidades
de los afectados, mientras ha enviado aviones y helicópteros a la zona para
abrir rutas alternativas de transporte de provisiones.
También se están utilizando drones (aviones no tripulados) para poder calcular
los daños y el estado de residentes en zonas remotas a las que aún no se ha
llegado.
NEL/EFE
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