Noticias en Línea. La alcaldesa de Lima, Susana Villarán, prometió que con la reforma
del transporte y la implementación del Corredor Azul se
acabarían los accidentes y que los buses no volverían a usar las calles como
pistas de carreras. Sin embargo, esto no es cierto.
El
pasado viernes, Nancy Contreras del Águila terminó con la clavícula
fracturada, con 40 puntos en el rostro y la nuca y con un golpe severo en la
cabeza luego de que el bus azul en el que viajaba frenara
intempestivamente.
Su
esposo, Wenceslao Valera, contó que el incidente ocurrió a dos cuadras de
Larcomar, en Miraflores, cuando ambos se disponían a bajar. “El bus
iba a gran velocidad cuando frenó en seco”, sostuvo.
Esto
ocasionó que la mujer terminara debajo del asiento del conductor, José
Coras Canales, quien curiosamente tiene cinco papeletas por infracciones leves
y graves. “No atinó a nada. Le pedí que me alcanzara el botiquín, porque
Nancy estaba empapada de sangre, pero ni eso tenía”, detalló Valera.
Inicialmente,
Nancy Contreras fue llevada por su esposo a un centro de salud privado, pero no
la recibieron. Luego fue derivada a la Clínica Internacional, donde permaneció
internada hasta ayer martes.
Lo
grave del asunto es que el monto del SOAT del bus –que es de
S/.17,500– no cubre el costo de la operación que necesita Nancy Contreras
para recuperarse de su fractura, señaló su abogada, Isabel Cheng.
NEL
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