Denise
Helms, una californiana de 22 años, acaba de ser despedida
de su trabajo por los comentarios racistas que
publicó en Twitter y Facebook a raíz de la reelección de Barack Obama como
presidente de Estados Unidos.
Un tuit en el que se refería al
mandatario con la palabra “nigger” (la llamada “n-word” para no pronunciarla
entera y con *una referencia marcadamente racista* para referirse al color de
piel) se convirtió en viral.
“Otros cuatro años para este ‘negro’. Quizás esta vez sea asesinado”, este es el
tuit que le costó su empleo en la tienda Stone Cold Creamy, en el pueblo de
Turlock (California) y ser investigada por los Servicios Secretos de Estados
Unidos.
En diálogo con el canal Fox 40
de Sacramento, Helms no se
mostró avergonzada ni pidió perdón por
tal frase.
“La parte sobre asesinato era
un poco dura”, pero “nunca se me pasó por la cabeza matar al presidente,
sin embargo, si ello ocurriera, no lo sentiría ni un poco. No ha hecho
absolutamente nada por este país”, alegó Helms.
La joven trasladó la polémica
después a Facebook. “Mucha gente en Sacramento cree que estoy loca y soy
racista. ‘Guau!’ es todo lo que tengo que decir. Ni soy racista ni estoy loca.
¡¡Simplemente estaba dando mi opinión!!”, exclamó en su perfil, que ha sido desactivado.
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