Para el 2014, la energía eléctrica en nuestro país provendrá, en
un 60%, de las plantas térmicas que utilizarán el gas de Camisea, en lugar de
las centrales hidroeléctricas. Sin embargo, existe la posibilidad de un riesgo
energético, debido a que los trabajos de ampliación del ducto que debe llevar
el hidrocarburo a las plantas de la costa peruana se encuentran interrumpidos.
TGP aseguró que los trabajos de
ampliación están suspendidos desde abril por los ataques terroristas y no
tienen fecha de reinicio.
Para el experto César Gutiérrez
Peña, existen dos factores por los cuales TGP no retomaría, en un buen tiempo,
sus trabajos. El primero tiene que ver, sobre todo, con la responsabilidad del
gobierno central en brindar seguridad y que no se repitan los secuestros de
narcosenderistas. Y en segundo lugar está el gobierno regional, que debe dar
las facilidades de transportar el material para el tendido de los 50 kilómetros
de ducto alrededor de Kepashiato.
CARRETERA
Las facilidades a las que alude Gutiérrez se refieren al
compromiso que tenía TGP para afirmar y mantener la carretera que usará para el
traslado del material durante los 156 meses que durará la obra. Se sabe que el
gobierno regional viene solicitando la pavimentación de la vía, que llega hasta
Kepashiato, valorizada en $200 millones. Sin embargo, la ampliación del ducto
costaría unos $150 millones.
Fuente: Noticias en Línea – Correo
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