Noticias en Línea. “No hay papel pequeño,
solo actores pequeños”, es la frase con la que el gran Eduardo Cesti celebra su
retorno al mundo de la actuación.
A
sus 72 años y luego de haber perdido una pierna por la diabetes, el recordado
‘Gamboa’ se reencontró con los periodistas en una concurrida conferencia de
prensa en la que confirmó su participación en la película “Atacada”, dirigida
por Aldo Miyashiro.
Ver
a todos los medios reunidos lo emocionó. Fue el momento perfecto para soltar
esa carga que trajo consigo: sus molestias, quejas, reclamos y críticas
contra la realidad nacional.
“Nos
falta más educación. Me dicen que no grite, pero me indigno por lo que veo
todos los días en la televisión, lo que escucho en la radio y lo que
leo en los periódicos chichas. ¡Me indignan los chismes! Hacen daño. ¿Tenemos
que seguir vendiendo lisura y violencia? Cuándo vamos a aprender que el teatro,
el cine, la solidaridad entre la gente hace que este sea un país mejor”,
expresó Cesti y provocó un silencio sepulcral en la sala.
No
hubo más preguntas, todo quedó claro. El jalón de orejas de Cesti a los
periodistas era necesario ante la ola de escándalos que sacuden la farándula,
que es promovida por algunos medios.
“Estoy
molesto, sí, pero traigo una gran carga. Discúlpenme”, exclamó el actor al
despedirse.
Primer actor
Antes
de la catarsis, el actor confesó estar muy emocionado por la oportunidad de
volver a actuar en una película después de seis largos años. En ella, Cesti
interpreta a un importante empresario del país, padre del antagonista (Jason
Day) que es acusado de violación. Y aunque sabe que es un papel pequeño,
promete hacerlo memorable.
“Estoy
muy contento de haber sido convocado. En primer lugar porque es trabajo. Luego,
porque es la primera película de Aldo Miyashiro. Estoy feliz de poder
participar en el estado en el que me encuentro. Me siento feliz porque solo
cuando actúo me siento bien y me voy curando el alma”, confesó emocionado.
La
última vez que Eduardo Cesti participó en un filme fue en el 2008, en
Pasajeros. Contrario a lo que muchos creen, el actor considera que desde esa
época hasta la actualidad, el cine nacional ha crecido lentamente, “como un
caracol”.
“En
general, el peruano es muy lento, no despierta. No sé qué pasa. Si hubiésemos
nacido en este país hablando primero quechua, después castellano y luego otro
idioma… ¡Nunca habría existido Sendero Luminoso! Con eso les digo todo”,
expresó muy fastidiado.
Aunque
no explicó detalles de a qué se refería, suponemos que se trata de la época
entre 1980 y el 2000 en que el teatro estuvo muy rezagado en el país ante los
constantes atentados que se registraban.
Cuando
volvió la calma, repitió nuevamente que se sentía contento por su retorno. No
fue necesaria la aclaración, entre las bromas y los reclamos, se veía muy
feliz. Efectivamente, su alma se está curando.
NEL/Diario16
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