miércoles, 18 de marzo de 2015

Ocho turistas muertos tras un asalto al Parlamento de Túnez

Noticias en Línea. Tres supuestos terroristas vestidos con uniformes militares han intentado asaltar el Parlamento de Túnez y, tras un tiroteo, se han refugiado en el vecino museo del Bardo, según informaron fuentes de Seguridad, que han asegurado que ocho turistas han muerto en la acción.

Las mismas fuentes han apuntado que la guardia de Seguridad de la Cámara se dio cuenta de que los tres uniformados no portaban armas reglamentarias y, al pedirles que se detuvieran, se desató un tiroteo durante el que los presuntos asaltantes lograron huir hacia el citado museo, uno de los más importantes de Túnez.

Los agresores, armados con kalashnikov, se encuentran dentro del Museo y han retenido a varios turistas. Una de ellas está herida, según ha anunciado el ministro del Interior tunecino.

"Un ataque terrorista ha sido cometido en el Museo del Bardo", ha asegurado el portavoz del Ministerio Mohamed Ali Arui en la radio Mosaïque FM, confirmando la turista herida y apuntando que más turistas podían sufrir heridas.

Decenas de agentes de las fuerzas de Seguridad se han trasladado hasta la zona y han cercado el barrio, en el centro de Túnez, al que en este momento no se puede acceder.
En el momento del intento de asalto, había varias comisiones parlamentarias reunidas, en particular la de Justicia, con el titular del Ministerio a la cabeza, informaron fuentes parlamentarias.

Todos los diputados y otras personas que se encontraban en el interior del edificio han sido evacuados a una misma sala, mientras las Fuerzas de Seguridad y el Ejército han puesto en marcha el dispositivo de alerta máxima de lucha contra el terrorismo.
Vista del parlamento de Túnez
Túnez ha sido escenario en las últimas semanas de un repunte de la actividad yihadista en la región de Kasserine, en la frontera oeste con Argelia, zona montañosa que utilizan como bastión radicales locales y también otros procedentes del país vecino y otros estados de la zona como Mali, Marruecos o Mauritania.

Desde 2012, decenas de guardias nacionales tunecinos han muerto o han resultado heridos en combates o causa de atentados y emboscadas islamistas en Mont Chambi, escenario el pasado julio del peor ataque islamista sufrido por las fuerzas tunecinas, que causó 15 muertos.

A mediados de febrero, cuatro agentes de la Guardia Nacional de Túnez murieron en un ataque de presuntos yihadistas en la región de Kaserine, considerada uno de los feudos de células islamistas radicales afines al grupo Al Qaeda en el Magreb Islamico (AQMI) y a la rama norteafricana del Estado Islámico (EI).

Ese ataque fue reivindicado por "Falamage Okba bin Nafa", considerado uno de los tentáculos de AQMI a lo largo de la endeble frontera entre Túnez y Argelia.

La fragilidad de las fronteras con Argelia y Libia es una de las principales preocupaciones del primer Gobierno pos-transición de Túnez, que ha visto como el yihadismo ha crecido en el país en los últimos años, al abrigo de la incertidumbre política y de la guerra civil libia.

Un precario sistema educativo, unido al alto índice de paro y la falta de esperanzas en una sociedad atrapada por la crisis económica han hecho, además, que las tesis de los radicales islámicos hayan comenzado a calar en una nación conocida tradicionalmente por su modernidad y laicismo.

En la actualidad, Túnez es uno de los países que más nacionales aporta a las filas del EI, con más de 300 tunecinos emigrados a Siria e Irak para unirse a la lucha de Abu Bakr al Bagdadi.


NEL/El Mundo

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