El fallo de la Corte Internacional
de Justicia (CIJ) que cedió a Nicaragua una amplia franja en el Caribe hasta ahora en
manos de Colombia ha generado una movilización militar
preventiva de ambos países en la zona, que desnuda lo dispar de su poder
castrense.
Colombia, con un presupuesto de
Defensa en 2013 de más de 14.400 millones de dólares, ha anunciado que no
acatará el fallo “hasta garantizar que los derechos de los colombianos estén
bien defendidos”.
Mientras, Nicaragua, con un
presupuesto de 67 millones de dólares en Defensa este año, ha exigido que se
respete el derecho internacional y sus portavoces oficiales han dicho que de
ser necesario acudirán al Consejo de Seguridad de la ONU para
que lo haga cumplir.
A través de una política de
micrófono, ambos Gobiernos han resaltado su talante pacifista y su voluntad de
diálogo, pero al mismo tiempo, han reafirmado la presencia militar en la zona
en aras de defender su soberanía.
Proveedor de tecnología
Colombia, que incluso tiene planes de convertirse en un proveedor de tecnología
de defensa, mantiene fragatas y aviones patrulleros de su Armada en las aguas
caribeñas cedidas por la CIJ
a Nicaragua, un espacio de entre 70.000 y 90.000 kilómetros cuadrados.
El objetivo de mantener las
fragatas y los sobrevuelos es proteger a un grupo de entre diez y doce barcos
colombianos que siguen practicando pesca de altura, así como garantizar la
seguridad de sus tripulantes y custodiar las líneas de comunicación, dijeron
fuentes de la Armada
a Efe, que constató el viernes esa presencia castrense con un sobrevuelo de la
zona.
Colombia cuenta con 221.496
efectivos del Ejército, 34.964 de la
Armada y 14.195 de la Fuerza Aérea , y en 2013 destinará unos 1.614
millones de dólares a “la adquisición de nuevos equipos y nuevas tecnologías”,
un 46,7 % más que este año.
Situación de Nicaragua
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, reveló el pasado 26 de noviembre que
“naves” de su país había sido desplegadas para defender la soberanía “aérea y
marítima” en la zona del Caribe que le asignó la Corte Internacional
de Justicia.
Pero no precisó qué tipo de naves
ni con qué equipamiento envió al lugar al Ejército de Nicaragua, cuyas
patrulleras tienen un alcance limitado y están pobremente equipadas.
El jefe del Ejército nicaragüense,
el general Julio César Avilés, ha asegurado que la cooperación internacional
juega un papel relevante en el plan de modernización y desarrollo de esa
institución, especialmente el apoyo que le brindan países como Taiwán, Estados
Unidos, Venezuela, México, Cuba, España y Alemania.
Nicaragua, cuyo Ejército tiene unos
12.100 efectivos, cuenta en general con equipos militares que datan de la
década de 1980, muchos de ellos de fabricación soviética y actualmente en
estado precario, según expertos militares.
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