Las armas de fuego que utiliza la Policía
Nacional para
asegurar el orden público en el país tienen hasta más de 30 años de antigüedad.
Según la lista de últimas adquisiciones del Ministerio
del Interior, a la que El Comercio tuvo acceso esta semana, las ametralladoras UZI y revólveres Smith
Wesson fueron comprados en 1976 y 1977, respectivamente, mientras que los
fusiles y ametralladoras AKM llegaron en 1986.
Lo más “reciente y moderno” para la
policía que patrulla la ciudad y se enfrenta a los terroristas en la selva son
las pistolas marca Beretta compradas en 1994. Un armero de la policía, quien prefirió no
revelar su identidad, señaló que el tiempo y el mal uso deterioran estos
equipos.
“Las armas que tienen más de 20 años pasan
por lo que llamamos fatiga del metal. El interior del cañón se desgasta por los
disparos y la oxidación. Además, la recámara del arma se dilata y empieza a
fallar”, dijo el oficial.
La vejez no es el único problema de las
más de 130 mil armas catalogadas por la policía. Actualmente la PNP utiliza nueve tipos de
armas de fuego y las municiones de sus fusiles no son compatibles. Según el
experto en seguridad ciudadana Julio Acurio Monge, esta variedad dificulta la
dotación de municiones para el entrenamiento y para el combate.
Acurio señaló que la diversidad del
armamento empezó con la unificación de la Guardia Civil , la Policía de Investigaciones
(PIP) y la Guardia
Republicana en diciembre de 1988. “Los distintos armamentos
de cada institución pasaron a la
PNP cuando fue unificada”, dijo.
Fuentes de la policía señalaron que las
ametralladoras MGP, fabricadas por la
Marina de Guerra del Perú, son usadas con desconfianza
durante las operaciones. “Muchas veces el personal no quiere salir con estas
armas debido a que se traban. Solo las usan cuando les hacen falta fusiles”,
dijo el armero de la PNP.
¿ÓPTIMAS CONDICIONES?
Pese a esto, el ministro del Interior Wilfredo Pedraza dijo esta semana a El Comercio que las armas de la policía se encuentran en óptimas condiciones.
“Funcionan bien, solo las cambiaremos por un tema de eficiencia”, afirmó el
titular de Interior.
Si un grupo de asaltantes abriera fuego
con armas de guerra en Lima, la policía solo podría repeler el ataque con los
fusiles AKM-64 y HK-G3 que pesan más de tres kilos.
Varios policías señalaron a este Diario,
durante un recorrido por algunas comisarías, que ambos fusiles son demasiado
pesados y que los chalecos antibalas que utilizan les dificultan la
maniobrabilidad. “Ahora hay equipos más ligeros como el fusil M-16 que usa el
Ejército”, contó un agente.
El ex director de la PNP , general (r) José Tisoc
Lindley, señaló que el uso de fusiles tipo FAL y metrallas UZI, ambas
consideradas armamento de guerra, es cada vez más frecuente entre los
delincuentes. Estos equipos, aunque no son recientes, son más versátiles que
los de la PNP.
“Se trata de armas que tienen una gran
potencia de fuego. Al usar un fusil FAL el hampón sabe que no va a herir a una
persona; va a matarla”, dijo Tisoc. Según él, los delincuentes consiguen estas
armas de forma ilegal en Bolivia y Ecuador.
Además, buena parte de ellas se extraen de
las propias comisarías de la policía.
Tisoc enfatizó que la renovación del
armamento no es el único aspecto que debe ser atendido. “Los agentes deben
practicar tiro por lo menos una vez al mes. Un policía que no sabe usar su arma
puede herir a personas inocentes”, dijo. La PNP informó que los agentes tienen
que comprar sus municiones para practicar y no están obligados a asistir a cursos de manejo
de armas.
Wilfredo Pedraza, señaló a El Comercio que su oficina adquirirá nuevas armas para la policía a mediados
del 2013. Según el ministro, se está evaluando con las Fuerzas Armadas qué tipo
de fusiles, ametralladoras y pistolas son las más adecuadas para la policía.
“Necesitamos armas homogéneas, en calidad y origen, para evitar problemas en la
compra de municiones”, indicó.
Fuente: Noticias en Línea – El Comercio
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