lunes, 29 de octubre de 2012

Huracán Sandy: Nueva York decreta una evacuación parcial

Por segunda vez en poco más de un año, la costa Este de Estados Unidos, y Nueva York en concreto, se han puesto de guardia por el impacto de un huracán. “Tómense esto en serio”, pidió el presidente Barack Obama a los entre 50 y 60 millones de personas que pueden verse afectadas desde la noche del domingo y hasta el martes, si no fallan las previsiones, por la llegada del huracán Sandy. Las alarmas provocaron que los ciudadanos salieran a comprar en masa a los supermercados. El acopio de comida dejó a muchos de estos establecimientos sin existencias de leche, huevos o pan.

Poco antes de que apareciera el presidente, Michael Bloomberg, el alcalde neoyorquino, compareció en rueda de prensa para explicar que acababa de firmar el decreto por el que se establecía obligatoriamente el desalojo de los residentes en las zonas litorales de la ciudad. En total, unas 375.000 personas de los cinco concejos. Existe el miedo de que la subida de la marea –se cree que hasta de tres metros- provoque inundaciones en la zona baja de Manhattan, en áreas de Brooklyn, Queens y en el Bronx, así como prácticamente en todo el perímetro de Staten Island.
Huracán Sandy: Nueva York decreta una evacuación parcial
Vecinos del barrio de Queens de Nueva York se preparan para la llegada del huracán Sandy
En su comparecencia, el alcalde también anunció el cierre del servicio de metro a partir de las siete de la tarde de este domingo y de los autobuses, a las nueve. Los colegios públicos, con un millón de estudiantes, tampoco abrirán el lunes. Bloomberg pidió responsabilidad con un ejemplo, si alguien ve que “la gente joven va a hacer surf, disuádanles”. Esa responsabilidad se traduce también en el cumplimiento de la evacuación, no sólo por la seguridad personal, sino, además, para evitar poner en peligro la vida de los equipos de emergencia. Mejor no utilizar los ascensores.

Asimismo, la bolsa de Nueva York informó que no habrá sesión este lunes. Al menos 3.000 vuelos han sido cancelados, sobre todo en los aeropuertos neoyorquinos, el de Newark (Nueva Jersey) y el de Filadelfia. Amtrack tampoco hará las conexiones ferroviarias entre la Gran Manzana y ciudades como Washington o Boston.

Además de Nueva York y Nueva Jersey, el primer estado que decretó la evacuación de ciudadanos, la emergencia afecta Connecticut, Massachusetts, Pensilvania, Delaware, Virginia, Mariland y Carolina del Norte, donde se preparaban a conciencia para recibir la llamada tormenta perfecta, al combinarse el huracán con un frente del oeste y la entrada de aire ártico procedente de Canada.
Los supermercados se quedaron sin stock de alimentos.
La previsión de que Sandy llegue al noroeste de Estados Unidos ha dado pie a que los dos candidatos, el presidente Barack Obama y el republicano Mitt Romney, hayan alterado su programa de viajes. En especial, el presidente regresará mañana a Washington para pilotar las tareas de rescate. Ayer, antes de salir de viaje, avisó: “La tormenta aún no ha llegado a la costa, nadie sabe dónde va a impactar y por eso hay que estar preparados para responder de manera rápida y masiva”, afirmó.

Bloomberg insistió en que es posible que haya cuantiosos daños, en especial por las inundaciones y el fuerte viento, que se mueve a una velocidad sostenida de 120 kilómetros por hora. Entre los consejos que dio figura el de quitar todos los adornos de Halloween, para que no se conviertan en armas voladoras, o permanecer en el interior de los refugios –se han abierto 72- o de los apartamentos, alejados de las ventanas.

Su alerta provocó una inmediata respuesta ciudadana. Si el sábado ya se percibió un incremento de compradores en los supermercados, ayer se desató la fiebre. Como muchos establecimientos iban a bajar persianas cerrar antes de hora por el cierre del transporte público, los ciudadanos se lanzaron a hacer acopio de comida , de utensilios como pilas o velas, o de medicamentos, e incluso dinero, con los cajeros automáticos a desbordar.

En las colas que se organizaron a las puertas de los supermercados había de todo, desde escépticos a personas sumamente preocupadas. “Yo no siente un miedo especial, pero algo debe de haber cuando toda esta gente ha venido aquí, nunca había visto tanta aglomeración”, declaró Luke a la puerta de Trader Joe’s, en el Upper West de Manhattan.


En otro establecimiento, un Whole Foods del mismo barrio, Kim hizo un comentario sobre el impacto de la emergenia meteorológica. “Los dueños de los supermercados estarían encantados si cada mes hubiera una alerta de huracán, ironizó.


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