En
esta época en la que el valor del oro alcanzó su máximo histórico, investigadores de la Universidad de Michigan han
descubierto una bacteria con capacidad de resistir una gran cantidad de
toxicidad que le permite crear pepitas de 24 quilates de oro.
Los
modernos Midas son el profesor de microbiología y genética molecular Kazem
Kashefi y el profesor asociado de arte electrónico Adam Brown.
"Estamos
haciendo 'alquimia microbiana' -la transformación a oro de algo sin
valor-", explicó Kashefi, que junto a Brown se dieron cuenta de que las
bacterias metallidurans Cupriadvidus son tolerantes a los metales, y pueden
crecer en concentraciones masivas de cloruro de oro u oro líquido, un compuesto
químico tóxico que se encuentra en la naturaleza.
Mediante
esta alquimia microbiana esa bacteria, que ha demostrado ser tremendamente
resistente a la mencionada sustancia tóxica (hasta 25 veces más resistente de
lo que se pensaba previamente) se la alimenta con el oro clorídrico y al cabo
de una semana de "digestión" el "residuo" excretado resulta
ser el preciado metal.
Brown
y Kashefi han alimentado las bacterias con cloruro de oro, imitando el proceso
que ocurre en la naturaleza. En aproximadamente una semana las bacterias transforman
las toxinas y producen una pepita de oro.
Esta
'obra de arte' toma una serie imágenes realizadas por un microscopio
electrónico de barrido. Utilizando las antiguas técnicas de iluminación de oro,
Brown ha conseguido que cada impresión contenga parte del metal producido en el
biorreactor.
"Esto
es la neo-alquimia. Cada parte, cada detalle del proyecto, es un cruce entre la
microbiología moderna y la alquimia", ha explicado Brown. "La ciencia
trata de explicar el mundo fenomenológico. El arte tiene la capacidad de
impulsar la investigación".
Fuente: Noticias en Línea – La Nación/Argentina
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