Las autoridades de
Filipinas elevaron este viernes a 456 los muertos provocados por el tifón
"Bopha", mientras los
equipos de rescate trabajan a destajo para auxiliar a cientos de miles de
afectados desde el pasado martes.
Otras 533 personas
están desaparecidas en el centro y sur del archipiélago, las zonas donde golpeó
con más virulencia el tifón desde la noche del lunes, según el Consejo Nacional
de Desastres.
"Bopha", que llegó a
alcanzar vientos sostenidos de 160 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 195,
ha perdido fuerza hasta convertirse en tormenta tropical y tiene previsto salir
este sábado de Filipinas hacia el Mar de China Meridional y la isla de Borneo.
De los más de cinco millones de afectados,
213.469 personas se encuentran alojados en 533 centros de evacuación, sobre
todo en Mindanao y Visayas, y 28.587 viviendas y chamizos han resultado
dañados, con unos 17.585 totalmente destruidos.
En un comunicado, el secretario
general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, expresó sus condolencias por las
víctimas del tifón y ofreció asistencia para auxiliar a los damnificados.
"Naciones Unidas está lista
para proveer asistencia humanitaria y movilizar la ayuda internacional para
responder a la crisis", indica la nota fechada en la sede de la ONU en Nueva York.
Los supervivientes en la
provincia del Valle de Compostela, en el noreste de Mindanao y una de las más
afectadas, se lamentan ante los medios locales de la inusitada cantidad de agua
que bajó de las montañas y anegó sus casas entre la noche del lunes y el martes
por la mañana, cuando "Bopha" tocó tierra.
La población de Nuevo Bataan, en
el Valle de Compostela, se ha convertido en una especie de "zona
cero" de esta catástrofe, por la cantidad de personas que han muerto allí,
por la magnitud del daño sufrido y por la capa de lodo de varios centímetros
que cubre la localidad.
En el Valle de Compostela se
encuentra un equipo de Acción Contra el Hambre que para evaluar la situación y
ver la forma de ayudar a las víctimas.
"Había muchísimos
destrozos, árboles caídos, postes caídos, cosechas perdidas, casas destrozadas.
Gente en la calle, algunos con los ojos perdidos, otros pedían dinero",
declaró a Efe por teléfono la española Sofía Giménez, de la citada organización
no gubernamental.
Las autoridades han declarado el
estado de calamidad en el Valle de Compostela, Davao Oriental y Surigao del
Sur.
"Bopha"
ha resultado ser el peor tifón que ha visitado Filipinas este año y cierra una
temporada que empieza por lo general en junio y concluye en noviembre.
El año pasado ocurrió algo
parecido con "Washi" en Filipinas, que visitó inesperadamente al
archipiélago una semana antes de Navidad y mató a unas 1.200 personas.
La deforestación, la
proliferación de las minas ilegales, la falta de infraestructuras y el
chabolismo incrementan los efectos devastadores de los tifones y las
inundaciones que afectan durante la época del monzón a Filipinas.
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