Noticias en Línea. La empresa de transportes Santa Cruz S.A., que forma parte del
Consorcio TGA, y que recorre el corredor azul desde la Av. Amancaes,
en el Rímac, hasta la Av. El Sol, en Barranco, mandó el pasado 9 de febrero una
carta de iniciativa de renuncia a dicha ruta a la Gerencia de Transporte Urbano
(GTU) de la Municipalidad de Lima.
La
firma señala en este documento que operar en el referido corredor no le resulta
rentable, y por el contrario, le genera pérdidas que ponen en riesgo su
estabilidad financiera. Orlando García Farfán, gerente general de dicha
empresa, explicó a El Comercio que desde que empezaron a dar este servicio
en julio de 2014 han tenido pérdidas de aproximadamente S/. 3 millones.
Detalló
que su empresa se ha endeudado con más de S/. 14 millones en la adquisición de
buses para operar en el corredor y, dado que no cuenta con dinero para pagar el
préstamo, las entidades financieras han iniciado el proceso de ejecución de
garantías.
García agregó que la firma busca recuperar su antigua ruta, que iba desde
Carabayllo hasta Villa María del Triunfo, para poder pagar las deudas que le
genera el corredor azul.
"Con el corredor solo cubrimos el 40% de la ruta que solíamos hacer.
Hacemos este pedido [recuperar su antigua ruta] porque vemos que hay una
demanda tanto en el norte como en el sur de la ciudad. Sentimos
frustración porque apostamos por la reforma, pero vemos varias deficiencias.
Por ejemplo, hasta ahora no hay un patio de operaciones [que debía ser
implementado por el consorcio]. Además hay una gran incertidumbre sobre su
continuidad", sostuvo García.
La
empresa Santa Cruz posee 56 buses de los 110 que circulan por el eje vial Tacna
- Garcilaso- Arequipa. Con su salida, los aproximadamente 196 mil pasajeros que
lo usan a diario se verían afectados por la reducción de buses.
Luis
Maraví, representante de TGA, afirmó a El Comercio que desconocía la
decisión de la empresa de García, pero indicó que Pro Transporte demora
en pagarle al consorcio el dinero por los kilómetros recorridos en el corredor.
Ello genera problemas financieros a las firmas del consorcio, indicó.
Para
Augusto Rey, regidor de la Municipalidad de Lima, la renuncia de la empresa
forma parte de una operación para desmontar la reforma del transporte:
"Esta firma quiere aprovechar ese problema para recuperar su ruta anterior
y para eso se comunica con la GTU. Es una maniobra calculada con el municipio.
Por un lado, la municipalidad les retrasa los pagos y por el otro les compensa
esa falta devolviéndoles las rutas reestructuradas", explicó.
NEL/El
Comercio
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