La exprimera dama Eliane
Karp terminó de hundir a Alejandro Toledo. Tras ser
prácticamente forzado a venir al Perú, debido a las sospechosas operaciones inmobiliarias de su suegra, Eva
Fernenbug, ahora la
delicada situación del expresidente por este escándalo se complica aún más.
Resulta
que su esposa fue quien
dirigió todo el proceso de transacción de la mansión de casi US$4 millones en
Las Casuarinas, cuyo origen de los fondos para su compra fueron ocultados por
Fernenbug.
Así
lo reveló el abogado
Luis Fernando Arbulú Alva, anterior propietario de la lujosa
residencia, en su declaración
ante la 48 Fiscalía Penal Provincial de Lima, informó la
revista Caretas. Esta versión deja sin piso a Toledo, que había asegurado que
en esta operación ni él ni su esposa tenían nada que ver.
Arbulú testificó que, en enero de 2012, la propia Karp lo llamó por teléfono y le contó de su interés por adquirir el inmueble. La exprimera dama le dijo que se estaba comunicando desde el extranjero y fue directo al grano: estaba dispuesta a pagar US$3 millones por la casa.
El
abogado no tenía
intención de vender su propiedad y algunos amigos le insistieron en que rechace
la oferta; sin embargo, Karp lo llamó varias veces más, visitó
el inmueble cuando estuvo en Lima y, finalmente, lo convenció al ofrecerle US$3.75
millones, cifra ante la que no pudo resistirse.
Arbulú
subrayó en su declaración que Karp
dirigió toda la negociación, que se inició en enero de 2012 y
concluyó con la compra de la mansión en julio de ese mismo año.
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